Dagas Tattoo: Humildad, Pasión y Tatuajes con Alma

En la entrevista que tuvimos con el artista colombiano Dagas Tattoo, no solo hablamos de tinta, agujas y estilos. Hablamos del alma. De pasión. Y de cómo el arte verdadero nace muchas veces de los lugares más inesperados. La historia de Dagas no comienza con un portafolio ni con miles de seguidores. Comienza desde abajo, literalmente: limpiando pisos en su negocio, sin saber que ese entorno terminaría marcando su destino. “Yo no quería ser aprendiz de tatuaje”, nos cuenta, “pero la vida me fue empujando”. Primero organizaba mesas, luego ayudaba con las plantillas… y cuando menos lo esperaba, ya tenía una máquina en la mano. Su camino no fue fácil ni lineal. Como muchos, se tatuó por primera vez con una máquina hechiza, impulsado más por el deseo de vivir la experiencia que por el conocimiento técnico. Años después, esa misma experiencia lo llevó a participar en su primera Expo Tattoo en Buga, donde compitió en todas las categorías posibles. Sin grandes expectativas, pero con el alma llena de fuego, logró un segundo lugar en la categoría tradicional, un momento que marcó su camino definitivo. Pero lo que realmente hace especial a Dagas no es solo su talento técnico, sino su visión emocional del tatuaje. Para él, tatuar no es un acto mecánico ni comercial. Es un ritual de conexión. “Si no me emociona lo que voy a hacer, no lo tatúo”, dice con firmeza. Cree que el tatuaje debe llevar el alma del artista, y eso solo ocurre cuando existe una energía genuina entre ambos: artista y cliente. Otro tema poderoso que compartió con nosotros es su condición de temblores. Sí, Dagas tiembla, incluso al colocar una plantilla. Muchos se asustan al verlo por primera vez. Pero lejos de verlo como una desventaja, aprendió a usarlo a su favor. “La máquina también tiembla”, bromea, “así que nos calibramos juntos”. Esa honestidad y humildad son las que lo distinguen en una industria donde a menudo prima el ego. Dagas también enfatiza la importancia del aprendizaje continuo. “Lleves 3, 10 o 20 años tatuando, siempre hay algo nuevo que aprender”, afirma. Y esa apertura al crecimiento se nota en su relación con los clientes. Lejos de imponer su visión, disfruta del proceso colaborativo. “A veces un cliente suelta una idea que parece tonta… pero termina inspirando algo épico”. En un mundo donde muchos artistas luchan por encajar en “crews” o etiquetas, Dagas prefiere ser libre. Aunque ama el estilo tradicional, no se considera un purista. “No soy de los que piensan que si no perteneces a un grupo no mereces un tatuaje tradicional”, aclara. Su enfoque es simple pero poderoso: hacer lo que le gusta, lo que conecta, lo que honra la historia y respeta al cliente. Y sí, también hablamos del dolor. Porque tatuar una clavícula entera en una sola sesión… no es para cualquiera. Dagas lo vivió con una amiga y clienta cercana, y fue ahí donde entendió que, por más que alguien quiera aguantar, el cuerpo tiene un límite. Respetar ese límite también es parte del arte. Dagas Tattoo representa una nueva generación de artistas: sensibles, conectados, sin miedo a hablar de emociones, errores, y aprendizajes. Es un tipo que no se esconde tras filtros ni poses. Y eso, en este mundo, vale oro. 👉 ¿Quieres ver esta conversación completa, sin filtros ni ediciones forzadas? 🎥 Corre a nuestro canal de YouTube y busca la entrevista con Dagas Tattoo. 💬 Déjanos tu comentario, comparte tu parte favorita y únete a la comunidad de TINTARTE.

Jorge Méndez

6/21/20251 min read